[el no destino de melancolía]
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las llamas son lo mejor,
ellas matan la rareza de la muerte, hay poesía reflexiva en el polvillo
que es llevado por el aire,
el polvo renunciando lo tangible o nadando en mineral
hasta terminar en el interior de un animal costero.
el polvo tiene su dignidad,
mientras que la liviandad de la consunción
es secuela caricaturesca e insufrible.
melancolía lo sabe, y yo también
.