desnúdate de la prosapia que enojó tu piel
pide piedad y verás el canto de la runa revelada
[domine
aeternam dona eis
réquiem]
procúrale sombra de activa palabra al destrozo blanco que cruzó el relámpago
hacia el espacio subrepticio de los otros
procúrale en sensitivos signos directas pasiones reales de austro cielo
al empeño de mis ojos
procúrale al miedo que socava irremediable la pasión del cuerpo
al habla imprudente del amor curioso
procúrame la voz trasladada por debajo del vahído, la flor nacida del empeño
al lujo en lo real
prolongado tiempo de enmudecimiento propio, glándulas de ganas desligaron
[tu agua, siempre agua, siempre baja
tu agua, siempre agua, siempre moja
tu agua, siempre agua]
y al tercer día
posiblemente pagaré por esto
que dance, entonces, la hora del poema
oscilante en la péndola alevosa
.